Las células pluripotentes inducidas (iPS) son una posible solución a los problemas que conllevan las células madre (ver Inmortales y perfectos, página 151 y esta entrada). La idea es introducir una serie de genes en una célula normal, lo que la transforma en "pluripotente", muy parecida a una célula madre. Después sólo habría que forzar esta célula pluripotente a que se convirtiera en el tipo celular que necesitamos. Por ejemplo, en el caso de los diabéticos, podríamos obtener así células que fabrican insulina.
El grupo del Dr. Melton, en Harvard, ha conseguido saltarse el paso intermedio: ha "reprogramado" células del páncreas de un ratón y las ha obligado a generar insulina, sin necesidad de convertirlas antes en pluripotentes. Es la primera vez que se reprograman células adultas y se usan para terápias regenerativas. En principio, la técnica se podría aplicar en otros tejidos y enfermedades. Esto significaría que podríamos evitar tener que usar células madre o iPS para estos fines, cosa que simplificaría mucho el proceso. Queda por ver si se podrán trasladar estos avances a los seres humanos.