Una guerra de patentes ha estallado entre dos compañías que buscan obtener beneficios clonando mascotas. BioArts International, compañía norteamericana dirigida por Lou Hawthorne, tiene la patente de la técnica que permitió clonar la oveja Dolly (ver Inmortales y perfectos, página 106). Hawthorne estaba al frente de Genetic Savings & Clone, la primera empresa que ofrecía servicios de clonación de mascotas (ver Inmortales y perfectos, página 139), gatos en ese caso, y que acabó en bancarrota por falta de demanda. Bio Arts lo intenta ahora con perros, y ha ofrecido en subhasta por internet cinco proyectos de clonación de perros. Dos de ellos ya tienen compradorer, que podrán clonar a su mascota preferida, y el precio de los tres restantes de momento supera los $100,000.
Pero RNL bio, empresa coreana en la que trabaja uno de los científicos que clonó el primer perro (ver Inmortales y perfectos, página 139), ofrece también un servicio parecido. La patente para clonar perros pertenece a la Universidad de Seúl, cedida a RNL bio, quienes dicen que ésta es diferente de la que tiene BioArts. BioArts, en cambio, ha denunciado a RNL bio arguyendo que la técnica es básicamente la misma y por tanto ellos tienen la licencia en exclusiva para todo el mundo. Los tribunales tendrán que decidir quién tiene razón.
La anécdota es que BioArts ha contratado como director de su programa científico a Hwang Woo-suk, el científico coreano acusado de fraude y falsificación de datos en los trabajos sobre células madre que lo hicieron famoso (ver Inmortales y perfectos, página 124). Hwang dirigió el equipo que clonó el primer perro en la Universida de Seúl, de la que fue finalmente expulsado. Para los interesados, la revista Nature tiene un especial con todos los detalles del culebrón de Hwang.
(Foto: Lou Hawthorne y tres clones de su perra Missy)
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