Se sospecha que una variante del gen FOXO3A se encuentra más frecuentemente en el genoma de los que sobrepasan los cien años de edad. En setiembre del año pasado se descubrió en americanos de origen japonés y ahora se confirma en una población de alemanes centenarios. Por lo visto, lo mismo sucede en Francia.
¿Qué tiene de mágico FOXO3A? Se ha visto en experimentos con gusanos, un animal usado frecuentemente en estudios de evnejecimiento, que el gen se relaciona con la longevidad, aunque los motivos no són del todo claros. Parece que podría ser también el caso en humanos.
Seguramente no tardarán en comercializarse tests genéticos que nos diran que forma de FOXO3A hay en nuestro genoma, si no están ya disponibles. Esta información podría darnos una cierta indicación de las posibilidades que tenemos de llegar a centenarios. No nos diria, por desgrácia, si un día sufriremos un accidente de circulación que impedirá que se cumpla la promesa de una larga vida. No hay que olvidar que la utilidad real de los datos estadísticos es limitada, a menos que descubramos la relación causa-efecto y podamos hacer algo al respeto.
Escuchad aquí la entrevista que me hicieron en Radio Andalucía Salud sobre este tema.
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