El campo de las células madre sigue generando titulares sin parar estos días. Por un lado el Reino Unido ha anunciado el visto bueno al primer ensayo clínico de medicina regenerativa con células madre (para tratar la pérdida de neuronas y de funciones tras un infarto cerebral). Recordemos que el año pasado los Estados Unidos pospusieron el inicio de los ensayos clínicos con células madre hasta que hubiera más datos sobre su seguridad. Será importante ver qué conclusiones se pueden sacar del estudio británico, puesto que serán las primeras en definir la viabilidad de este tipo de tratamientos.
Un artículo publicado en PNAS describe un experimento en ratones en el cual se "curaron" ratones hemofílicos con iPS (células pliuripotentes inducidas) obtenidas a partir de células de la cola de los mismos ratones. Una prueba más que, en teoría, las iPS pueden ser buenas sustitutas de las células madre tradicionales cuando se trata de usarlas como tratamiento.
Por otro lado, en una carta a la revista Nature, científicos japoneses se quejan de que su gobierno confía tanto en las iPS (recordemos que fueron creadas por primera vez en Japón) que está poniendo trabas a la investigación de las células madre clásicas, algo que estos científicos consideran contraproducente.
Finalmente, la International Society for Stem Cell Research (Sociedad Internacional de Investigación en células madre, ISSCR) publicaba hace unos meses unas guías para evitar que los enfermos sean engañados por las numerosas clínicas que ofrecen "tratamientos" con células madre, los cuales no se ha demostrado que sean útiles o siquiera seguros. Hoy en día se ofrecen en internet terápias de este tipo contra el autismo, el Párkinson o las lesiones de médula espinal, ninguna de ellas apoyada por resultados científicos demostrables. Hay que estar alerta.
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