La terápia génica tienen aún muchos problemas técnicos para resolver antes de poder ser usada para tratar pacientes (ver Inmortales y perfectos, página 84). A grandes rasgos, la idea es introducir genes en las células para suplir los déficits que dan lugar a ciertas enfermedades.
Se ha anunciado recientemente que la primera generación de terápias génicas contra el cáncer, como el Advexin, dirigido a solucionar los déficits de p53 de las células tumorales, están dando resultados positivos en las pruebas clínicas. A pesar de que el cáncer es una enfermedad compleja, en la que muchos genes dejan de funcionar como es debido (ver Inmortales y perfectos, página 159), se cree que las terápias génicas podrían ser usadas con éxito en conjunción con otros tratamientos más clásicos. En los próximos años veremos si esta promesa se concreta.
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