En marzo de este año apareció un artículo en el cual se relacionaba la restricción calórica con una mayor resistencia a los efectos secundarios de la quimioterapia. Se ha demostrado que la restricción calórica, es decir, una reduccción importante y continuada de los alimentos que se ingieren, prolonga la esperanza de vida en algunos animales, aunque aún no se conocen exactamente sus efectos en humanos (ver Inmortales y perfectos, página 256). Los autores de este estudio dicen que, además, protege las células normales de la quimioterapia sin que las celulas cancerosas se beneficien del efecto. La explicación podría ser que la restricción calórica frena la actividad de las células normales, y la quimioterapia actúa preferencialmente sobre las células más activas y que se dividen más. Las células cancerosas no se verían afectadas por la restricción calórica porque tienen suficientes mecanismos propios (como los oncogenes) para mantener su nivel de actividad.
A pesar de que este és el único artículo publicado sobre el tema y aún no se han hecho pruebas clínicas para corroborar la relevancia de los resultados, algunos enfermos de cáncer han decidio experimentar en sí mismos, como explica la revista Science. Puede ser que en breve se confirme que esta es una buena opción para mejorar el tratamiento del cáncer, pero de momento no estan claros los peligros que pueden comportar dietas extremas. Los expertos (incluyendo los autores del artículo) recomiendan prudencia y esperar a que se obtengan más datos antes de tomar ninguna decisión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario