La compañía farmacéutica Pfizer ha empezado las pruebas clínicas de fase III (ver Inmortales y perfectos, página 212) del compuesto CP-751,871, según anuncia Nature Biotechnology. Este anticuerpo está dirigido contra la proteína IGF-1, que puede convertirse así en una diana específica para una nueva generación de fármacos contra el cáncer. ImClone y Merck están trabajando también con fármacos similares, aunque las pruebas no están tan avanzadas.
Como en otros casos de terápias dirigidas (ver Inmortales y perfectos, página 186), el recorrido desde el laboratorio hasta el enfermo ha sido largo. El 1987 se descubrió que las células cancerosas tenian un incremento de los receptores de IGF-1, y que bloqeuando el receptor se frenava el crecimiento del tumor en ratones. En 1998 se vió que los hombres con niveles altos de IGF-1 en sangre eran más susceptibles a contraer cáncer de próstata, lo que disparó el interés de las farmacéuticas.
(Gráfico: diferentes receptores celulares y los fármacos que los inhiben, entre ellos el CP-751,871)
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