Últimamente han proliferado las compañías que ofrecen la posibilidad de congelar el cordón umbilical del recién nacido, para futuros usos terapéuticos de las células madre que contiene (ver
Inmortales y perfectos, página 149). La utilidad real de este servicio está aún en entredicho.
Michael J. Sullivan, de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda) ha publicado un interesante
artículo sobre el tema hoy en la revista
Nature Reviews Cancer. Sullivan elogia los padres que donan el cordón umbilical de sus hijos a los bancos públicos (hay 36 de ellos, en 23 países), lo que permite realizar trasplantes de células madre a enfermos afectados de ciertos cánceres o trastornos genéticos. Estas células madre son de mejor "calidad" que las que se pueden extraer de la médula ósea, las que se usan normalmente en los trasplantes.
Las compañías privadas (que ya son 150) hacen que estas donaciones públicas se vean reducidas. Sullivan destaca que en la mayoría de casos no
hay gran diferencia en el resultado del tratamiento si se usan células madre propias o de un donante anónimo, lo que no justificaria guardar el cordón umbilical para uso personal. Esta seria una buena razón, pues, para potenciar las donaciones a bancos públicos, que en principio pueden beneficiar a un número más amplio de pacientes. Entidades como la American Academy of Pediatrics (USA) o el Royal College of Obstetricians and Gynaecologists (Reino Unido) apoyan este punto de vista.
Sin embargo, guardar el cordón umbilical tiene otros potenciales. Si la medicina regenerativa sigue avanzando, es posible que un dia podamos generar órganos en el laboratorio a partir de células madre. Así se podrían reemplazar los que están dañados o envejecidos (ver
Inmortales y perfectos, página 120). En este caso, sería clave disponer de células madre propias o por lo menos personalizadas con nuestro ADN usando las técnicas de clonación terapéutica (ver
Inmortales y perfectos, página 120). Éste sería un argumento a favor de los bancos privados. Sullivan y sus otros detractores insiten que nadie puede garantizar que esta promesa se pueda cumplir en el futuro. Además, se estan explorando formas alternativas de obtener células madre personalizadas, como las iPS (ver
Inmortales y perfectos, página 152), lo que podría hacer innecesario guardar células madre del cordón umbilical. Las iPS y las otras opciones posibles aún están lejos de demostrar que pueden ser tan efectivas, por lo que muchos prefieren optar por la opción de guardar las del cordón umbilical de sus hijos, por si acaso.
España, junto con Italia, es uno de los pocos países del mundo en los cuales están prohibidos los bancos privados de cordón umbilical. Para los españoles, de momento, sólo es posible la donación a bancos públicos.