miércoles, 29 de abril de 2009

Preguntas de los lectores (XXI)

Tengo mi señora que sufre una incapacidad visual. En su momento le diagnosticaron nistagmus o algo asi quisiera saber si con las celula madre tiene alguna posibilidad de mejorar su situacion. Gracias. D.S.
Creo que es importante insisitir en que actualmente no hay ningún tratamiento con cél·lulas madre embrionarias que esté aprobado en humanos. Habrá que esperar aún un poco más. De todas maneras, no sé si el nistagmus llegará a ser algun día una enfermedad candidata a ser tratada con células madre. Actualmente hay algunos fármacos para tratarlo, más o menos útiles según la gravedad de los casos.

He comentdo este tema algunas veces en este blog y otros sitios. Un resumen de mis opiniones se puede encontrar aquí.

¿La gran pandemia de este siglo?

Antes de la aparición del brote de gripe porcina en México los expertos ya estaban de acuerdo: no se trataba de si un día podía o no haber una gran pandemia de gripe, sino de cuándo aparecería. La principal arma del virus responsable de esta enfermedad es su capacidad de cambiar de forma cada temporada. Por eso no tenemos aún la vacuna universal que nos proteja de una vez por todas, sino que hay que fabricar una siempre que surge un nuevo virus. Normalmente esto no representa un gran problema. Pero ¿y si aparece un virus de la gripe especialmente hábil que infecta más rápida y eficazmente que sus antecesores? ¿Y si no tenemos tiempo de preparar una vacuna y ni siquiera los adultos sanos pueden hacerle frente? Esto pasó por última vez en 1968 y murieron 700.000 personas. Y en 1918 fueron entre 50 y 100 millones las víctimas. ¿Puede darse en el futuro otra masacre tan terrible como esa? ¿O quizás ha empezado ya?
No lo sabemos con certeza. La gripe que se está esparciendo por el planeta proviene de los cerdos, y no de las aves, como se temía hace unos años. Los animales funcionan no sólo como almacenes, sino además como batidoras donde se pueden mezclar genes de los virus específicos para cada especie. Por ejemplo, el que nos ocupa ahora, llamado H1N1, tiene elementos de la gripe humana, la porcina y la aviar. Son estas combinaciones aleatorias las que incrementan el riesgo de la aparición de un “supervirus”. ¿Estamos ante uno de ellos? Aún no hay información suficiente sobre el H1N1 como para saber su agresividad real, aunque algunos opinan que no es tan poderoso como parece. Los datos que circulan son confusos. Cuando en los medios se mencionan cifras de infectados y muertos, muchas veces se refieren a casos de gripe en general, no específicamente la porcina. Recordemos que la gripe “normal” infecta cada año a miles de personas, y mata a algunas de ellas. Hace falta comprobar cada enfermo sospechoso para saber si estamos realmente ante uno de estos casos especiales de gripe porcina. Así pues, en el momento de escribir esto parece que hay confirmados unos ochenta infectados y una veintena de muertos, todos ellos en México, aunque las cifras podrían estar aumentando. Si se sigue esta tónica, el riesgo de una pandemia grave sería relativamente bajo.
La reacción de las autoridades, aunque parezca exagerada, es la correcta. No podemos esperar a ver qué pasa: hay que actuar. Por suerte, el miedo a la gripe aviar nos ha preparado para este brote. Los médicos y los políticos están alerta y son conscientes del peligro potencial. En internet hay información muy completa y recomendaciones para no infectarse. Se han establecido protocolos de detección y aislamiento precoz. Los gobiernos y la OMS han acumulado reservas de antivirales. Estamos a punto para el examen.
Si algo hemos aprendido estos días es que vamos todos en el mismo barco. Un problema hoy en México es una crisis mañana en Nueva Zelanda. No hay excusas que valgan: es responsabilidad de los gobiernos de todos los países informar rápidamente de los casos inusuales de enfermedades infecciosas y actuar en consecuencia. Se temía que en Asia escondían hace unos años el verdadero alcance de la gripe aviar, de la misma manera que algunos sospechan que el gobierno mexicano no ha comunicado el número real de afectados. Esperemos que no sea así y que todo el mundo entienda lo que está en juego. Mucho más que grandes pérdidas económicas por el miedo a viajar a un país: nos jugamos la supervivencia.

El Mundo, 29/4/09

domingo, 26 de abril de 2009

El engaño de las células madre.

Aparecia esta semana en La Vanguardia un extenso artículo sobre las terapias con células madre que se practican sin ningún tipo de garantía ni control. Hemos comentado en este blog estas notícias hace ya meses (aquí, aquí i aquí) y mencioné también el tema en mi primer post para el blog Investigación de El Mundo.es. A ver si de una vez para todas queda claro que aún quedan muchos interrogantes para resolver.

viernes, 17 de abril de 2009

Chat con Salvador Macip.

Ayer participé en un chat sobre ciencia en la página de la Asociación de Antiguos Alumnos de la UPV. Podéis leer toda la sesión haciendo click aquí.

miércoles, 15 de abril de 2009

Nuevo blog.


Para todos los que estáis interesados en los temas de investigación médica, esta semana empiezo un blog quincenal para la sección Código Salud de El Mundo.es. Espero que os guste.

lunes, 6 de abril de 2009

No sólo en el cordón umbilical hay células madre...

Esto es lo que aseguran un grupo de investigadores franceses. En un artículo reciente revelan que han encontrado células madre también en el líquido amniótico que envuelve al feto. Los datos son de experimentos con ratones y también de muestras obtenidas de voluntarias embarazadas. Aún no se sabe si estas células son tan útiles como las del cordón umbilical y si son suficientemente abundantes para ser guardadas para futuros usos terapéuticos. Considerando lo difícil que es obtener células madre (sin tener en cuenta las iPS), cualquier fuente adicional es bienvenida.

domingo, 5 de abril de 2009

El pánico y la realidad

Pasado un tiempo prudencial, podemos aventurar ya una respuesta a la pregunta que dejaba en el aire en el título de mi última entrada: esta gripe no tiene aspecto de ser la pandemia terrible que temíamos. Hay dos factores que definen la posibilidad de que una infección se convierta en un problema global. El primero es lo fácil que el agente responsable se transmite de persona a persona. El segundo es la gravedad de los síntomas que causa. El virus A/H1N1 sólo cumple la primera de las características: el riesgo de contagio es elevado, pero su agresividad hasta ahora no es mayor que la de la gripe corriente.
He observado estos días una serie de puntos de vista comunes sobre el tema de la pandemia que creo que vale la pena comentar.
- Los medios de comunicación han exagerando mucho y han causado un pánico innecesario. Había todas las razones para temer que este brote fuera peligroso. La información ha sido a veces confusa y algunos periódicos han abusado de titulares sensacionalistas, pero si recurría a fuentes fiables, el público ha tenido datos claros y completos a su alcance. Que el virus haya resultado menos potente de lo que podía haber sido no quiere decir que no teníamos que tomar todas las precauciones. Es fácil que algunos médicos critiquen ahora la respuesta mediática, pero durante los primeros días no podíamos correr riesgos. El pánico ha sido un efecto secundario prácticamente inevitable de la necesidad de informar.
- Es absurdo temer otra pandemia como la de la gripe española: ahora tenemos recursos que en 1918 no existían. Es cierto, pero nuestras armas serían de una utilidad relativa ante un virus suficientemente maligno. Los antivirales no son infalibles y los virus desarrollan resistencias. Se tarda por lo menos medio año en tener una vacuna disponible desde que se descubre un nuevo virus, demasiado tiempo para evitar la primera oleada de muertes. Además, ahora tenemos un problema añadido: gracias a los vuelos internacionales, las infecciones se propagan a una velocidad increíble. No estamos ni mucho menos a salvo.
- Se habla tanto de esta gripe porque afecta a países desarrollados, mientras que en África mueren miles de personas cada día por culpa de enfermedades como la malaria y nadie lo comenta. He visto afirmaciones parecidas en boca no sólo del público sino también de expertos, lo cual me parece irresponsable. Son dos cosas muy distintas. En occidente damos la espalda a estas enfermedades que consideramos “del Tercer Mundo”, es cierto. No hay que desestimar su gravedad y hay que seguir presionando a políticos y científicos para que inviertan tiempo y dinero en curarlas.  El caso de la gripe es diferente. Por un lado, su alcance puede ser mucho mayor. Y lo que es más importante: es controlable si se actúa rápidamente. Una intervención radical puede frenar en seco una pandemia de gripe si se hace durante las primeras semanas del inicio del brote. Vale la pena dedicarle toda la atención mediática durante un tiempo, para el bien del planeta entero.
- El peligro ya ha terminado. No podemos asegurarlo. Hay que recordar que la pandemia del 1918 también empezó como una gripe leve. Aún existe la posibilidad que el virus mute de forma inesperada y se vuleva más agresivo. El A/H1N1 estará con nosotros aún una buena temporada y con la llegada del invierno se incrementará con toda certeza su presencia en el hemisferio norte. Habrá que seguir vigilándolo de cerca, sin olvidar que en cualquier momento puede aparecer un virus peor. Por lo menos que este episodio nos haya enseñado que nunca podremos bajar la guardia.

El Mundo, 5/4/09